Cambiar la historia pa’ que vuelva la alegría

Los guaraníes llegan esta vez en una situación atípica: por debajo de Venezuela en la clasificación y en el sótano del premundial. Con una transición en el banquillo que apenas empieza, todos los seleccionados por Gerardo Pelusso señalaron que este partido en el Defensores del Chaco es el que les permitiría “volver a la vida”, por eso su consigna, según recogen los medios paraguayos, es “ganar sí o sí”. 

Para intentarlo solo tienen una baja confirmada, la del lateral Iván Piris, a quien pintaron de amarillo contra Argentina en Córdoba y deberá cumplir sanción por acumular par de amonestaciones.

Pero Venezuela afronta el partido con urgencia. Después de un comienzo prometedor, con triunfos ante Argentina y Bolivia por la mínima y empates en Barranquilla y Montevideo, se comenzó a repetir la historia de las pasadas tres eliminatorias: Chile vino y ganó en suelo patrio, obligando a recuperar lo perdido en la carretera, pero en Lima, contra Perú, no pudo ser. 

Ahora, en Asunción, Venezuela se juega mucho y lo hará sin Gabriel Cichero, que cumplirá partido de sanción, y con seis encapillados, la mayoría titulares habituales que están a una amarilla de perderse el juego contra Ecuador en casa.

Además de los nombres, llegó la hora de cambiar el chip: para ganar, la Vinotinto debe mantener el orden defensivo y proponer, atacar, generar más jugadas de peligro.

Farías dejó entrever antes de partir a Perú y Paraguay que de un punto para arriba era bueno, pero un empate ante los guaraníes sabrá a poco luego de caer en Lima, pues significaría cerrar la primera vuelta del premundial con nueve puntos. Para que las cuentas den, la Vinotinto tendría que hacer una segunda vuelta tan buena como la de la eliminatoria pasada, cuando arrancó puntos hasta en La Paz. ¿Imposible? No, pero sí difícil.

Paraguay también hará un juego desde la angustia y la urgencia que conlleva ser último cuando está por cerrar la primera vuelta. “Los dos estamos necesitados de puntos”, recordó Vizcarrondo. “En cada partido salimos a buscar un resultado favorable. Siempre hay obligación, pero la eliminatoria es larga”, apuntó Roberto Rosales, de los que más desgaste tuvo en Lima, pues su ida y vuelta por la banda derecha fue una de las apuestas contra los incas, y le salió bien a Farías, durante los primeros 45 minutos, con Rolf Feltscher como tapón en ese costado. 

Los problemas estuvieron del otro lado y de nuevo las dudas surgen en ese lateral izquierdo. Con Cichero suspendido, aun cuando no atraviese su mejor momento, el abanico de opciones es reducido. Rubert Quijada tiene poco rodaje internacional, y Rolf jugaría con un perfil no habitual para él durante todo el partido.

Tal y como van las cosas, para las cuentas favorecerían a la selección nacional victorias de Chile ante Colombia y de Argentina contra Perú, pues si suma tres, la Vinotinto superaría nuevamente a los cafeteros y se despegaría otra vez de los peruanos, a pesar del revés en Lima. Además, Venezuela en la segunda vuelta jugará ante Colombia y Perú con la ventaja de ser local. Conviene que los líderes de la eliminatoria ganen sus partidos.

Paraguay tiene algunos tipos con buen pie, como Ayala y Fabbro, por solo nombrar dos, y jugadores por montón que van muy bien por alto. En este premundial el balón parado ha sido su principal carta, pero 

la de Venezuela también.

Uno de los dos debe cubrir la baja de Gabriel Cichero, quien no vivía un buen momento, pero es el habitual en el once y, a diferencia de estos dos, tiene capacidad para proyectarse y en un chispazo hacer diferencia.

Tanto Paraguay como Venezuela han sido selecciones poco productivas en lo que ha su cosecha de goles se refiere, y no es pura falta de fortuna. Revertir el poco volumen ofensivo mostrado en Córdoba y Lima es la principal tarea que les quedó pendiente para hoy.